domingo, 3 de febrero de 2013

Se vende informático (Segunda parte)

** Voy a generalizar, espero que me perdonéis, generalizar en una entrada tan larga y explicar que hay excepciones se hace pesado, no pretendo amarillear la publicación, simplemente dejar mi opinión de lo más cercano que he vivido. ##

Hace un mes publicaba una opinión personal acerca del trabajo en el mundo de la informática. Este articulo terminaba con un programador en el paro y sin ganas de pasar, al menos de momento, por la misma experiencia.

Si no estás ahogado de facturas e hipoteca, quizás te puedas permitir parar a pensar y replantear, ¿es esto lo que quiero hacer toda mi vida? Espero que la respuesta sea afirmativa, eso es buena señal. Te gusta lo que haces y estás contento con el trato recibido. 

¿Cómo te imaginabas la informática?
Yo no me imaginaba la informática así. A los 8 años un amigo de mis padres me regaló una agenda de tapa dura de IBM. A parte de anotar los cumpleaños de mis amigos, en las primeras hojas venían a todo color las imágenes de servidores, componentes de la época, ordenadores personales, oficinas... 


También tuve la oportunidad de ver trabajar a esta persona con lo que me imagino ahora que sería un 8088 o 8086 de la marca Inves.

Desde aquel momento quería ser "informático" sin saber muy bien qué es lo que tenía que hacer; yo sólo quería utilizar aquel cacharro con monitor de letras verdes. Me imaginaba haciendo algo importante... Esa idea con el tiempo y los conocimientos adecuados fue cogiendo forma.

La informática se divide en hardware y en software... dicen que lo primero es a lo que le das patadas cuando lo segundo falla. Cuando tenía cierta edad sabía que aunque me encanta documentarme a cerca del hardware, yo quería trabajar con software, yo quería programar.

Si has seguido el mundo de la informática desde principio de los 90; cuando aún no habían llegado los Pentium, te habrás dado cuenta de cuánto ha cambiado este mundo. Pensar en programar por aquel entonces era pensar en C, en Modula-2, en acceso a la memoria, ficheros tipeados, etc.

Hoy, pensar en programar es pensar en un framework que te permite arrastrar botones, configurar restricciones y navegabilidad con ficheros XML y hacer una aplicación tirando de librerías externas... y al final, te pasas más tiempo haciendo que todas se lleven bien en tu proyecto que programando.

No, claro que no estoy pensando en volver atrás y programar en C o en hacer un cutre juego en ensamblador; por que no creo que yo sea capaz de tener más paciencia que la que tuve que tener para superar las prácticas de la carrera. Todo eso quedó atrás, quien programe emuladores o drivers posiblemente siga usando estos lenguajes, y mi más sincera admiración por ello. Para mí, son los auténticos programadores, el resto somos peones de la informática, usuarios avanzados, programadores de alto nivel; pero no los auténticos ingenieros.

 ¿Os habéis fijado a los bebés cuando juegan a encajar piezas de distintas formas y colores? Eso es la informática hoy en la gran mayoría de empresas. Todo está basado en componentes, al final lo único que haces es encajar piezas. Sí, se programa, y posiblemente te pases el día programando sobre estos componentes, pero... ¿te has parado a pensar en la mayoría de lo que programas? Guardo datos, consulto datos y muestro datos.

Teniendo en cuenta que la informática por definición es "información automática" pues tiene sentido... ¿o no? La programación no termina ahí; hay todo un mundo por explorar lejos de las páginas webs para organizaciones públicas y demás.

Da igual que uses frameWorkTodoFacilon o frameWorkQueSegunTuJefeTeLoDaTodoHecho, al final te pasas años haciendo siempre lo mismo, te das cuenta que lo más dificil de tu trabajo es convencer al director técnico que lo que pide el cliente no se hace en una semana por muchos recursos que meta 3 días antes de cumplirse la fecha.

¡¡Muerte a los frameworks!!

Es broma, los frameworks son un gran invento, sin ellos no tendríamos muchas de las joyas del software actual como Skyrim. Mi única queja con ellos es que si echamos la vista atrás, la informática es ahora menos artesana y más industrial. La informática era hace 30 años más bohemia y ahora te encuentras los ordenadores tirados en el contenedor (no lo hagas, ellos no lo harían).

¿Y este rollo a qué viene? Tengo un 80486 aquí y hace meses que no lo enciendo, tampoco está tan mal la informática actual, ¿no? ¡Claro que no! La informática está mejor y más fácil que nunca para aquellos que quieran sacarse partido en lugar de dejar que te lo saquen.

Un programador existe sin empresa; la empresa de desarrollo sin programadores no.

Entonces te ves con ganas y te dices a ti mismo: "LO VOY A INTENTAR". Voy a ver hasta donde puedo llegar como Super Developer Man.... bueno, ¿y qué hago?

  • ¿Me hago una página web ofreciendo mis servicios (informáticos) con la plantilla más chula de Wordpress y pongo mi CV en PDF? pssst, mi CV es una mierda... Si tuviera el de este hombre... Además, yo no quería venderme...
  • ¿Pongo carteles por mi pueblo de: "Arreglo ordenadores"?
  • ¿Programo lo que me da la gana? El eslogan podría ser: "Programo lo que quiero, con mis unos y ceros"
  • ¿Monto una churrería? La matería prima no es muy cara desde luego.
  • ¿Me voy al extranjero en busca de un sueldo digno?
Cada uno puede tener un proyecto en su mente, yo tengo el mío en marcha; no sé que tal irá mañana, no puedo vivir en el futuro, prefiero preocuparme del presente, y éste es tal y como yo lo quiero.

El miedo a los cambios te impedirán avanzar.

lunes, 21 de enero de 2013

Macro con Raynox DCR-250

La lente Raynox DCR-250 viene a ser una lupa que se acopla sobre el objetivo de tu cámara con un adaptador universal. La lente está fabricada en Japón, cuesta alrededor de 50€ (Amazon.es) y es de gran calidad.

Es criticada por algunos de los más puristas atendiendo a que cuanta más óptica, menos calidad. Y en efecto, no hay nada como un buen objetivo macro; pero después de probar los tubos de extensión, adaptador inversor de objetivo y la lente Raynox, sin duda, me quedo con esta última. Más luminoso, enfoque más sencillo (eso no quiere decir que sea fácil) y excelente relación calidad/precio.


Mosca sobre rosal

Dinero podrido 1

Dinero podrido 2

El tiempo pasa

domingo, 30 de diciembre de 2012

Se vende informático (Primera parte)

Por suerte antes de trabajar como programador informático pasé por no pocos empleos de más o menos duración y de muy distintas naturalezas: recolector de aceituna (muy típico en la zona donde vivo cuando llegan los meses de septiembre y octubre), peón de albañil, camarero, mozo de almacén de una archiconocidísima distribuidora de alimentos, repartidor de publicidad y mi favorita y la que más tiempo ejercí: repartidor de pizzas en mi pueblo.

Cuando comencé a trabajar como programador, qué os puedo contar, la ilusión es máxima, te esfuerzas para demostrar que estás ahí no por suerte, si no, porque es lo que siempre has querido, la informática es lo que te apasiona y para lo que has nacido. Cuando estabas en el vientre de tu madre te preguntabas si el cordón umbilical era una buena interfaz para suministrar alimentos o haría cuello de botella con tu hambriento estómago.

Empiezas con un proyecto en la típica consultora de tu ciudad, los compañeros son geniales, te haces una idea de la organización que tiene la empresa e intentas encontrar tu sitio. ¿Qué tengo que hacer? Si no tienes experiencia, posiblemente estarás con alguien no muy lejos de ti que te irá guiando, te van asignando las tareas más asequibles a priori. Sabes que el proyecto es para un cliente con el que alguno de tus compañeros se reune; te sientes afortunado de no tener que ir a hablar con ellos: ¿y si te piden algo muy técnico y no sabes qué decir? Qué alivio ser novato...

El tiempo pasa rápido, tu compañero al que veías agobiado con reuniones con hombres trajeados, intentado ayudarte y metiéndose en el horizonte de sucesos de un agujero negro para sacar tiempo, se ha ido de la empresa; no sabes muy bien si es porque ha encontrado un ofertón de empleo en Silicon Valley o porque estaba cansado del evento onTouch que le había puesto el director técnico en sus partes nobles y ahora ha montado una frutería.

Es cuando tu superior se acerca a ti y sin ofrecerte pastilla roja o pastilla azul, te comenta que eres el elegido. Miras tu monitor esperando encontrar alguna referencia al conejito blanco pero lo único que ves es Google Reader a pantalla completa que de forma tan desafortunada has dejado abierto. 

Tu jefe te suelta un discurso a lo William Wallace, salvo que en lugar de luchar por la libertad, tendrás la suerte de luchar por la empresa en primera línea del batallón.

Depende de lo ingenuo que seas, la noticia de que el Boss te elija como gestor del proyecto, analista, programador y chico de los recados; puede crear desde una ilusión tremenda por demostrar tus cualidades y ser lo mejor que le ha pasado a esta consultora desde las incomprensibles y extrañas subvenciones públicas; o puedes echarte a temblar y pedir por favor, que algún iluso se sienta discriminado, pida tu rol para dejar constancia de su papel de empleado alpha dentro de la manada y a ti te dejen programar en tu rincón con la pantalla mirando a la pared, libre de miradas acusadoras. 

Quizás alguno piense que esto último no suele pasar, o quizás seas uno de ellos, que incluso sin darte cuenta lo estás haciendo... si es así, tienes mi más infinita incomprensión. ¿Y por qué?

Porque, a modo genérico, y metiéndonos a todos en el mismo saco, nos vendemos como putas.

Esta última frase se explica por sí sola: tengo una tarifa (mi nómina mensual) y con eso te hago todo lo que me pidas.

Un día entras a trabajar en una empresa como programador, estás con un contrato indefinido (que total, para las reformas que nos hacen desde el gobierno, tampoco es que sea gran cosa). Si no conoces tus obligaciones, a resumidas cuentas, se resume en traducir a un lenguaje de programación las especificaciones dadas para un proyecto por el analista (hay más, pero evidentemente no son realizar análisis).

Posiblemente si has trabajado en una empresa bien organizada, esta es la tónica habitual de trabajo (o eso quiero creer). El problema del software es que no es tangible, el diseño de éste es algo que puede hacer cualquiera, no necesita la firma de un ingeniero o un licenciado. Y no es la finalidad de esta entrada reivindicar esto, porque me da igual; si una empresa pone a un picapedrero como jefe de proyecto o director técnico y después la cosa no sale bien, pues era de esperar.

Gracias a los informáticos hechos para todo se está devaluando la profesión de ingeniero del software. Venden programadores sin experiencia como expertos en la tecnología que necesita el cliente. El equipo de desarrollo que se le vende al cliente para su proyecto está con cualquier tarea menos con la que de verdad se requiere.

Al final te encuentras que la oficina más bien parece un corral de gallinas, cada empleado pica (código en este caso) por donde puede; los proyectos se retrasan, el cliente se mosquea, el jefe se mosquea y el trabajador es el culpable.

¿Tenemos entonces la culpa los informáticos de que nuestro trabajo haya sido tan desvalorado?

Mi respuesta es clara: SÍ.

Un empresario, atenderá siempre a una máxima: maximizar beneficios. Y es comprensible y razonable, para eso se monta una empresa, para sacar dinero. 
Tu materia prima son cabezas pensantes, la única forma de sacar más dinero si no eres capaz de competir en calidad, es competir en un mercado con precios más bajos que los de tu competencia. Eso se contrarresta pagando menos y endiñando el trabajo más cualificado a gente que tiene poca experiencia. ¿Habéis visto alguna vez a un peón de albañil haciendo los planos de un edificio?

Posiblemente no, pero en el mundo del software sí se hace y mucho.

Como informático, ¿no es esto infravalorar tu trabajo y tus conocimientos? Posiblemente seas consciente de ello, pero no hay otra opción: la crisis, los gastos, no hay ofertas de empleo mejores, aquí al menos tengo estabilidad,...

¿Seguro?, ¿o es miedo a lo que hay fuera de lo desconocido?

Antes de continuar, tengo que dejar claro que trabajar en una oficina para una empresa no lo considero una forma de prostituirse informáticamente hablando. En absoluto, estoy convencido de que hay empresas que merecen la pena; incluso dentro de una misma empresa habrá trabajadores que estén contentos con su trabajo y personas que se vean estancadas y sin futuro ninguno. Depende de la mentalidad de cada uno, del trato que recibas de tu superior, de lo que hayas demostrado con tu trabajo o lo pelota que puedas llegar a ser.

Es por ello que habrá programadores que sean felices haciendo lo que le mandan en una consultora, ingenieros felices con una tienda de cartuchos de tinta y mentes inquietas que se preguntan si cada mañana se levantan haciendo lo que desean.

 «Cada día me miro en el espejo y me pregunto: "Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?". Si la respuesta es "no" durante demasiados días seguidos, sé que necesito cambiar algo»  (Steve Jobs)

Una experiencia personal

Empecé a programar de forma autodidacta en el año 1999, por aquel entonces acababa de renovar mi equipo y el mundo de la programación me resultaba casi místico. Comencé con un cuaderno de ideas y tocando ejemplos que iba encontrando en DIV. Al año siguiente ya desde la Universidad empezamos de forma más seria con Pascal, después C, C++,... y finalmente JAVA.

Hace casi 5 años empecé a trabajar como programador en este último lenguaje, puedo decir que hice de todo: programar, toma de requisitos, análisis, reuniones con clientes,... No, no esperaba recibir un premio al empleado del mes; simplemente creía que ése era mi trabajo. 

Si no te das cuenta, o simplemente eres feliz haciendo lo que haces, pues sigues así, ganando tu sueldo de forma muy honesta, trabajando rodeado de lo que te gusta, por un sueldo que quizás no sea el que te mereces, pero que es suficiente.

El día que abres los ojos y te das cuenta de que estás ejerciendo la prostitución digital, tienes dos opciones (que pueden ser 3 si decides marcharte de la empresa sin más).

a) Te callas la boca y sigues trabajando.

b) Luchas por tus derechos.

La opción a es entendible: tienes que pagar tus facturas, tienes cierta estabilidad y aunque no te guste lo que tus superiores te dicen, te aguantas; no quieres perder tu empleo. Si tuviera que definirlo es la opción sensata pero la menos admirable.

La opción b es al menos, la que muestra un poco de orgullo y respeto hacia tu propia persona. Lo haces, hablas con tus superiores, le comentas que las tareas que realizas no son las que se exigen en tu contrato, quieres que este último sea revisado. Llegados a este punto puede producirse un tira y afloja, si no lo consigues y no te bajas del burro, tú y la empresa tenéis un problema. Si finalmente desistes, vuelves al punto a.
Si has conseguido tu objetivo, la empresa reconoce tu trabajo y función, mi más sincera enhorabuena, si todos los informáticos lucharamos como tú por nuestros derechos, nuestro mundo sería un lugar más justo.

Esta parte del hilo es una experiencia personal, y yo acabé en la calle; sin dar demasiados detalles, no conseguí lo que consideraba una valoración justa de la empresa hacia mi trabajo. Mi relación laboral terminó y por primera vez, me veía, y me sigo viendo, en la lista de desempleados (espero ganar en enero de 2013 el premio al desempleado del mes).

Esta nueva situación, ¿es buena o es mala? Lo analizaremos muy pronto.

Despedimos el 2012

Y aunque este año ha sido más flojito en entradas (no hemos ni celebrado los 6 años en la red), no por ello vamos a dejar de repasar las más interesantes de cada mes:

Enero
Megaupload cierra, la mitad de los enlaces de descargas se quedan sin funcionar.

Febrero
Fin de semana en Granada.

Marzo
Publicamos uno de los artículos más leídos del blog: Las mejores aventuras gráficas de la historia.

Abril
Volvemos a las dos ruedas. Desde entonces han sido más de 1500kms, que no son muchos y habrá que mejorar.

Mayo
Nos ponemos nostálgicos y dedicamos el mes a recordar juegos de posiblemente mi época más jugona.

Junio
Cae en mis manos el flamante Samsung Galaxy SIII; aunque ahora está en un lugar mejor. :)

Julio
Terminan las ofertas de verano de Steam, con un aumento considerable de mi biblioteca. 

Agosto
Mes de astrofotografía, desde la playa, y las más destacables con mi tio. Para lo novatos que somos no están demasiado mal.

Septiembre
Mes que adquirí mi flamante Tamron 70-300 pata negra y nada mejor que fotografiar un atardecer de verano para probarlo.

Octubre
Seguimos con la fotografía, y esta vez mi primer intento de spotting en el aeropuerto de Sevilla.

Noviembre
Llega mi smartphone actual, grande no es su calificativo, pequeño es el calificativo del resto. =P

Diciembre
Retomamos el piano, esta vez para algo más lento: Someone like you.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Adele - Someone like you

Hacía más de un año que no publicaba nada en el blog relativo al piano, esto es lo último que he estado practicando: