El 15 de octubre de 1988 nacía uno de los juegos y aventuras que más influyeron en toda una generación de jugadores: The Secret of Monkey Island.
Eran mediados de los 90 cuando pude hacerme con un ordenador 20826 de segunda o tercera mano. Un ordenador muy antiguo pero que me sirvió para iniciarme en el mundo de la informática. El primer juego que caté y cuyo género me quedé prendado fue Maniac Mansion. Era tan diferente a los juegos que había jugado hasta entonces en Nintendo NES.
¿Y ahora qué hacemos? |
Una tarde, un chaval un par de años mayor que yo, quiso enseñarme su ordenador. Un flamante 80386 con monitor en color (el mío era en blanco y negro) y impresora matricial. Me llevaba siglos de ventaja; pero lo que más me llamó la atención fue sin duda el juego que me enseñó: The Secret of Monkey Island.Si ya me pareció una pasada poder moverme con total libertad por una mansión llena de chiflados; la idea de moverme por todo un archipielago en mitad del Caribe era de locura.
Por supuesto, me hice con aquel juego de forma poco ortodoxa y desde entonces me marcó para siempre. Junto con Half-Life, son las 2 sagas que más me han gustado y de las que nunca me canso jugar.
¡GROG, GROG, GROG! |
Cuando comencé a jugar, recuerdo que uno de los sitios donde más tiempo pasé atascado (por aquel entonces eso de buscar las cosas en Google no se llevaba), fue al llegar al interior de la cabeza de mono en Monkey Island. No sabía que tenía que hacerme con la cabeza del navegante y ya sabéis.
En aquella época los juegos no te ayudaban a avanzar. No tenías un rombo flotante sobre el mapa con tu destino, ni pistas para resolver el puzzle. Era parte de la magía de aquellos juegos.
Ojalá algún día Ron Gilbert pueda recuperar la franquicia y al menos darle un final a esta saga como se merece.