Ya hace unos días que terminé la historia principal de Diablo IV. Una entrega que introduce un montón de novedades.
Diablo IV continúa 50 años después de la historia de Diablo III. Santuario está en peligro bla bla bla, conflicto eterno bla bla bla, ángeles vs demonios Round 4, etc etc. Si os interesa la historia de Diablo IV, habéis venido al lugar equivocado. Pero como me estoy haciendo viejo, pues sí me dedicaré a decir que Diablo II es mejor y todo eso; así que no te vayas aún.
La historia gira alrededor de Lilith, hija de Mephisto, que regresa a Santuario (escenario donde se desarrollan los juegos de la saga Diablo) para hacer cosas demoniacas. Este personaje es nuevo y hay que reconocer que tiene su empaque y mola bastante. Además tiene un plan chungo contra su padre (cosas que pasaron de adolescente, con un amor que a su padre no le gustó).
Nuestro objetivo durante todo el juego es dar de caza a Lilith antes de que absorba la esencia de su padre, Mephisto y se convierta en Super Lilith. Durante todo el juego tuve la sensación de que nuestro personaje no lo conseguiría y el enfrentamiento final contra Super Lilith sería épico. Pues ni lo logra absorber, ni el enfrentamiento final es épico.
Diablo 4 es a día de hoy una base para expandir la historia y crear en el futuro, un producto redondo. Eso quiere decir, que a día de hoy, no lo es. Pero quizás debiera de matizar esto.
Diablo 4 es el Diablo más ambicioso de todos, cuenta con un mapa enorme, multitud de misiones secundarias (bastante curradas), objetos que conseguir, eventos online, temporadas que empiezan en breve... No se puede decir que nos hayan entregado un juego vacío; para nada.
Pero como jugador más enfocado en la historia, me siento decepcionado. Diablo IV es el primer Diablo, sin contar las futuras expansiones, en el que no te enfrentas a ningún demonio mayor. Aquí he leído opiniones dispares y una de ellas es "Diablo IV tiene la historia más currada de todos". Bueno, yo discrepo.
Diablo 4 es el Diablo con más diálogos que hay, eso es innegable. Pero, a mi juicio, es excesivo. La cantidad de diálogo vacío e intrascendente rebosa en muchas de las conversaciones; haciendo que la experiencia sea poco fluida. Ya sé que vamos detrás de Lilith, ya sé que si llega antes que nosotros a por la esencia de Mephisto, Santuario está perdido.
Y como estoy viendo que se me va a alargar demasiado la entrada, lo voy a sintetizar:
- Mapa: MAL. Tantos biomas en un espacio contiguo no me convence nada.
- NPCs: MAL. Hay demasiados personajes y ninguno me ha llegado a convencer. Lilith, se ha quedado en nada.
- Gráficos: BUENOS. Gran nivel en general. Se agradece que hayan escuchado a la comunidad y le hayan dado un diseño oscuro y sangriento.
- Música: bien; pero sin llegar al nivel de Diablo II.
- Historia: MAL. Ha habido ganas de hacerlo bien; pero en su intento, han perjudicado la experiencia y el resultado final no ha sido mejor que en anteriores entregas.
- Jugabilidad: MUY BUENA. La mejor de la saga sin lugar a dudas. Jugar a un Diablo anterior después de éste, hará que lo sientas antiguo y torpe.
Así que, tendremos que esperar para disfrutar de la continuación de la historia (la cual termina totalmente abierta). En general diría que hay luces y sombras muy marcadas en esta entrega; pero que con el desarrollo de nuevas expansiones (pasando por caja), las luces acabarán venciendo a la oscuridad.
NOTA FINAL: 8