Cuando mejor lo está haciendo AMD, he vuelto a Intel. Mi anterior equipo estaba formado por una flamante placa base ASUS Crosshair VI Hero y un Ryzen 7 1700 que funcionaba perfectamente. Además de tener un margen más que aceptable de OC y ser muy fresquito. Sin duda, una combinación que satisfacia mis necesidades de sobra a día de hoy y el cual tenía intención de aguantar durante al menos, una generación más.
Mis primeros PCs fueron un IBM 80286 y un Compaq Presario 80486DX-II; ambos procesadores de Intel. Pero mi salto al mundo "multimedia" lo dí con AMD y desde entonces me he mantenido fiel a la marca: K6-II, Athlon XP 1800+, AMD64 5200, Phenom II 1055T, FX-8320 y Ryzen 7 1700. Dentro del contexto histórico de cada uno, sin duda el mejor ha sido el Ryzen.
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Piezas que adquirí en diciembre de 2017 |
Tengo que decir, que una de las cosas que más me echaba para atrás a la hora de adquirir el Ryzen en su momento es que no contaba con soporte oficial para HyperV dentro de Windows 10; por lo que el emulador de Android no fucionaba. Afortunadamente, alternativas como Genymotion eran suficientes para mí.
Más tarde Windows solucionó ésto, añadiendo soporte para AVD (Android Virtual Device); pero activarlo, hacía que automáticamente otra de las herramientas imprescindibles para mí, dejara de funcionar: VMWare Player. Así que me olvidé de AVD y seguí con VMWare y un dispositivo físico de Android para los test (aunque lo ideal es contar con varios).
A parte de trabajar con mi PC, otro de los usos que le doy es jugar. En este último E3, Microsoft anunció que el Game Pass de Xbox se expandía en el PC, llegando con títulos tan suculentos como Metro Exodus, Gear of War 5 o Vampyr entre un total de más de 100 juegos. Como ya tenía pagado varios años de XBOX Live Gold, por un 1€ más lo transformé en
Game Pass Ultimate (hasta el verano de 2021) y
decidí vender la Xbox One X para disfrutar del servicio exclusivamente en PC.
El problema es que para usar este servicio, hay que actualizar Windows 10 a la última versión, la 1903. Sin miedo, actualicé y algo se rompió. VMWare dejó de funcionar; tras intentar iniciar una máquina virtual siempre me aparecía una pantalla en negro. Y por lo visto no soy el único:
Posiblemente ésto sea algo que acaben corrigiendo, pero no puedo esperar y tuve que decidir entre varias opciones:
- Quedarme en una versión más antigua de Windows 10 y olvidarme de Game Pass para PC.
- Instalar 2 sistemas Windows 10 en mi PC (cosa que probé durante unos días y no me gusta nada).
- Cambiar a Intel.
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Placa y micro elegidos para la ocasión |
Y como podréis ver, he decidido cambiar a Intel. Más concretamente he elegido el i9 9900K y la placa base Aorus Z390 Master de Gigabyte. He elegido esta placa base principalmente por sus buenas opiniones. Nunca me ha gustado escatimar en placa base; sobre todo después de la mala experiencia que tuve con una Asrock baratuna que monté un IPC y a la cual le salieron ardiendo los VRM. (sin hacer OC ni nada).
El procesador he dudado entre el i7 9700K y el i9 9900K. En condiciones normales me habría quedado con el i7 y sus 8 núcleos y 8 hilos. Pero ya que trabajo con máquinas virtuales y en este aspecto los núcleos e hilos son fudamentales; me he decantado por el i9 que cuesta unos 100€ más.
Las ventajas para mi caso en particular han sido varias:
- VMWare funciona perfectamente en Windows 10 1903.
- El arranque del PC es mucho más rápido. (Ryzen tiene un problema por los que el arranque en frio necesita de un reinicio adicional)
- Puedo trabajar y jugar en la misma instalación de Windows 10.
- Por fin me puedo olvidar de Genymotion y usar el emulador oficial de Android (AVD).
- AVD funciona incluso dentro de VMWare y a una velocidad más que buena (esto último es imposible en AMD).
- Por fin puedo usar mis memorias RAM a su máxima velocidad: 3600Mhz.
- El i9 9900K está por encima en juegos frente al Ryzen 3700X/3900X.
Como contra podemos citar varias:
- Precio más elevado frente a su alternativa en AMD (Ryzen 7 3700X)
- Procesador calentito. Necesitarás de una buena refrigeración (sea por aire o líquida).
Es cierto que si trabajar con estas herramientas no son tu caso, seguiría apostando por AMD ya que creo que la arquitectura actual de los Ryzen 3 es más eficiente y el IPC está más igualado que nunca frente a Intel. En definitiva estoy muy contento con el cambio porque por fin tengo todo funcionando como a mi me gusta; pero me habría gustado no tener que hacerlo y seguir el camino que AMD está marcando con Ryzen.