Seguramente, en este último año, habrás escuchado en más de una ocasión las palabras "Inteligencia Artificial". La inteligencia artificial no es algo nuevo, de hecho, yo mismo tuve una asignatura en la carrera con el mismo nombre hace más de 20 años y el concepto existe desde hace décadas. A raíz de la proliferación de inteligencias artificiales generativas como ChatGPT, parece que nadie quiere perderse el carro de este nuevo paradigma tecnológico.
Las aplicaciones de la inteligencia artificial generativa son múltiples, y no es el objetivo de esta entrada valorar aspectos en los que pueda ser útil o no; de hecho, no tengo conocimientos para ello. En mi caso, no me he parado más allá de conversar con ChatGPT, usar el generador de imágenes de Bing (DALL-E), usar el asistente de programación Copilot de Microsoft y hablar con Google Bard.
Usos muy básicos, quitando quizás el caso de Copilot, que sí me parece una herramienta muy útil integrada ya en el ámbito profesional de muchas empresas.
Pero en esta entrada quería expresar más mi desencanto o preocupación por "el internet" que estamos construyendo. La generación de imágenes y redacción de textos es algo que muchos sitios web están usando para abaratar costes en la creación de contenido.
Cada vez más blogs que sigo o seguía sobre tecnología, finanzas o simplemente noticias están haciendo uso de generadores de imágenes para ilustrar las entradas y ChatGPT para complementar los textos. En algunos casos, su uso es más que evidente. En otros casos, al usarse como una simple fuente de información más, queda en manos del redactor darle forma y sentido al escrito.
La creación de contenido artificial va más allá del texto e imágenes como sabréis; ya que existen herramientas incluso para la generación e imitación de voz a partir de unas muestras que nosotros le podemos pasar. Afectando este tipo de contenido incluso a sitios tan populares como Youtube.
Por último, están los casos más sangrantes. La gente que se dedica a crear sitios web de forma automatizada casi al 100%, enfocados normalmente en micro-nichos, con el objetivo de monetizar los sitios a través de publicidad y referidos.
Supongo que en alguna ocasión has buscado sobre un tema en concreto en Google, y te ha llevado a un sitio donde te encuentras una comparativa en base a las características técnicas de un producto, con las fotos de stock del producto, sin experiencia personal de fondo de ningún tipo y con enlaces de compra que te suelen llevar a Amazon.
Internet está plagado de sitios así. Los autodenominados SEO siembran la red de páginas/blogs de distintas temáticas, que normalmente prometen ayudarte con lo que estás buscando; pero lo que te encuentras es tan genérico y artificial, que no te queda más remedio que cerrar la ventana y seguir buscando. Por supuesto, la creación de este tipo de sitios no es nada nuevo; pero sí lo es hacerlo a través de inteligencias artificiales generativas.