lunes, 9 de mayo de 2022

Demuestro científicamente la Resurrección

Estaba leyendo la otra noche el libro de Javier Santaolalla "El bosón de Higgs no te va a hacer la cama: la física como nunca te la han contado" (sí, yo también creo que el título es demasiado largo y el enlace va con referido ueueueueue xddd...). En la primera parte del libro el autor habla sobre Galileo y cómo desafíó al pensamiento aristotélico a la hora de establecer nuevas ideas y paradigmas científicos, dando un paso más y apoyando sus estudios en la demostración y no sólo en el razonamiento.

Realmente Galileo no tiene nada que ver con esta historia; pero ya que voy a hacerme famoso por ser la primera persona en demostrar la resurrección (no cristiana), quiero dejar los detalles más o menos claros, para que en el futuro no le cuenten a los escolares que la idea me surgió de un manzanazo en la cabeza o me vino mientras trabajaba en una oficina de patentes.

Para la demostración me voy a basar en principios matemáticos que se dan por válidos a día de hoy, de hecho, son muy básicos; así que no te preocupes, que no sólo lo vas a entender, si no que además te voy a convencer de que la resurrección existe.

Antes de continuar te voy a invitar a que le eches un vistazo a esta entrada si no conoces el teorema del mono infinito (o infinitos monos). De verdad necesito que le eches un vistazo si no conoces el teorema, porque explicarlo alargaría demasiado esta entrada y no quiero que te pierdas la explicación principal. 

Bien, ahora que doy por hecho de que sabes de qué va el teorema del mono infinito, vamos a hacer una serie de correspondencias.

Tenemos un mono con una máquina de escribir que pulsa teclas al azar, sin pensar, durante un tiempo infinito y sabemos, que entre todas las combinaciones de mierdas que escribirá el mono, en algún momento de la eternidad, saldrá una obra de Shakespeare. 

¿Cuántos años tendríamos que esperar para ello? No intentes calcularlo (ya lo haré yo en otra entrada). Puede que el Universo se destruya y renazca de las sombras trillones de veces hasta que eso ocurra. Pero recuerda, infinito siempre es más, así que no lo dudes, en algún momento, el mono escribirá una obra de Shakespeare.

Pues bien, ahora en lugar de letras al azar lanzadas por un mono, imagina quarks y leptones nacidos en los albores del Big Bang; créando los primeros átomos de hidrógeno, que se juntan para crear las primeras nebulosas, cunas de estrellas donde se forjan los átomos necesarios para nuestra vida como el carbono.

Nuestro Big Bang es nuestro mono, nuestras letras son los átomos y nuestras obras de Shakespeare somos nosostros. Si aceptamos que no somos más que un conjunto de partículas predispuestas de una forma muy concreta que da forma no sólo a nuestro cuerpo, si no también a nuestros pensamientos y consciencia; es fácil de entender, que en una eternidad de tiempo, en algún momento, en algún rincón del espacio y del tiempo, otra copia exacta a lo que somos nosotros, se formará.

¿Tendrá esa copia consciencia de su copia anterior? Pues evidentemente no y es comprensible. Posiblemente ya seamos una copia de otro "yo" y la realidad es que ninguno de nosotros puede afirmar que recuerde una vida pasada y si alguno lo hace, le tacharemos de chalado.

Para terminar, como podéis comprender, todo esto no es más que un razonamiento exagerado que no es científico ni serio. ¿Menuda decepción y mamarrachada, verdad?

jueves, 5 de mayo de 2022

Shovel Knight: Treasure Trove TERMINADO en Nintendo Switch

Recientemente he descubierto el placer de jugar cierto tipo de indies estilo 8/16 bits en Nintendo Switch. Es la experiencia más parecida a revivir la época de NES sin anclarte a los juegos del pasado. 

Shovel Knight es un caballero, cuya principal arma es una pala, que se retiró a vivir una vida tranquila, cuando una malvada hechizera rompe la calma y captura a Shield Knight, la amiga de nuestro protagonista. Para rescatarla tendremos que cruzar todo un rico mundo lleno de peligros.

La variedad de ecosistemas es que nos encontraremos es abundante y eso hará que el juego se note constantemente fresco, divertido y desafiante. En cada mundo nos encontraremos un jefe con sus propias mecánicas. 

Hay que decir que Shovel Knight no es un juego desquiciante por su dificultad, casi todo lo contrario. Es un juego sencillo que a veces presenta algún desafio para los jugadores medio mancos como yo. Existen además checkpoints a lo largo de cada nivel, por si morimos, no tener que volver al principio. Eso sí, una vez terminado el juego se desbloquean nuevos modos de los que no puedo hablar porque no los he jugado.

Lo divertido y original de este juego es precisamente el arma de nuestro protagonista, una pala. Con ella podremos luchar y buscar tesoros escondidos. Estos tesoros sirven principalmente para comprar mejoras tanto de vida, magia o incluso armaduras.

El juego tira de humor constantemente, me ha recordado mucho a The Messenger en este sentido, aunque son 2 juegos bastante diferentes.

A nivel técnico ya podéis ver que el juego sigue una estética mezcla entre 8 y 16 bits (más 16 que 8 por su paleta de colores, animaciones, efectos en pantalla, etc). El sonido sí que recuerda mucho a los juegos de 8 bits de NES. Es pura magia para aquellos que quieran recrear aquella época con un juego "actual".

En cuanto a la jugabilidad recuerda a los Megaman de NES. Los controles son buenos, aunque reconozco que el tema de saltar y apuntar con la pala hacia abajo a veces me ha desquiciado un poco. Creo que no está del todo bien implementado este movimiento, activándose más veces de la cuenta (me ha pasado tanto con joycons como con mando PRO oficial de la Switch. Tampoco me ha gustado demasiado que las magias se activen con "ARRIBA + Y". Más de una vez he lanzado magias cuando no quería. 


En cuanto a la duración, la historia principal no es demasiado larga, unas 6 o 7 horas. Pero si quieres exprimir al máximo el título, esta duración se puede ver incrementada por 3. En resumen, un juego de los de antes, de mucho jugar y poco leer; de diversión constante y directa; algo que caza de forma natural con Nintendo Switch y su filosofía.