viernes, 6 de octubre de 2017

El cementerio de los programas olvidados

Dejando de lado mi época con el 80286 y 80486 donde me limité principalmente a jugar (yo diría exclusivamente); cuando aterricé de lleno en Windows 98 con mi K6-II con 3D Now! (wooooow) un mundo de posibilidades multimedia y ofimática se abrió en el cielo. Eran varias las aplicaciones que acompañaban al sistema operativo y drivers en cada formateo. Y ahora que lo digo, creo que antes formatear el PC era un hobby o es que era realmente verdad que Windows se degradaba de mala manera.

Pues hoy quería hablar de esas pocas aplicaciones que eran fijas cada vez que instalaba Windows 98. Realmente no eran muchas y algunas de ellas siguen estando en nuestro día a día (en versiones más actuales) como puede ser Microsoft Office; pero hay otras que han pasado totalmente al olvido, por lo menos por mi parte y quede esta entrada como un pequeño recuerdo y homenaje a aquella bonita época de la informática.

1. CDRWin
Fueron muchos los programas que usé con mi grabadora HP 8250i (de 40.000 pesetas) hasta que di con una combinación que no me hiciese tirar CDs que costaban entre 100 y 200 pesetas cada uno. Lo peor era que aún no existía la protección contra el vaciado del buffer y si por lo que fuese la grabadora se quedaba sin datos mientras grababa, te quedabas sin disco y tú con una cara de tonto para enmarcarla. Grabar de CD a CD al vuelo era un deporte de riesgo solo aptos para bolsillos pudientes y corazones sanos.



CDRWin fue el primer programa que utilicé para hacer copias de CDs y el resultado por alguna razón no era del todo bueno. Me fallaba en el 20-30% de las ocasiones, lo cual era una burrada. Un día conocí a la ovejita de CloneCD y desde entonces fui feliz.

2. ACDSee
Si la memoria no me falla, las únicas opciones para ver una imagen en Windows 98 eran o usar Paint (que no tenía soporte para PNG) o Internet Explorer. Además en Paint no podías pasar de una imagen a otra dentro de una carpeta con las teclas del cursor como sí podemos hacer hoy día con el visor de imágenes integrado. Así que un visor de imágenes era casi obligatorio. En mi caso siempre instalaba el mismo: ACDSee 3.1.


3. Winamp
Este programa no necesita mucha presentación. Por aquella época el MP3 era el presente y no parecía que fuera a aparecer nada que le hiciera temblar. Winamp se estableció como una de las mejores opciones para reproducir música de forma local, así también como para escuchar emisoras de radio online haciendo uso de la tecnología shoutcast


El declive de Winamp comenzó posiblemente con la aparición de iTunes y Spotify. Fueron varios los rediseños que hicieron en las versiones 3 y 4; pero ninguna funcionaba tan bien como las 2.9x.

4. WinAce
A finales de los 90 y principios del 2000, internet no se ponía de acuerdo en qué formato de compresión usar. Al igual que a día de hoy, el principal era el formato ZIP. Quizás no fuese el que mejor ratio de compresión tenía, pero funcionaba bien y casi cualquier aplicación lo soportaba. Así que parece que con WinZip podríamos tener más que suficiente, pero no. El formato RAR estaba cada vez más presente, así que había que tirar de WinRAR, que afortunadamente soportaba ZIP. Pero nos falta otro jugador en el campo de los formatos de compresión, y ése era el formato ACE. 


Desconozco la historia de los formatos de compresión y todo lo que le rodea, sólo sé que WinAce soportaba Zip, Rar y Ace. Así que se convirtió en mi primera y única opción como programa de compresión y descompresión durante muchos años.

5. MSN Messenger
Todo el mundo ha superado que MSN Messenger ya no está entre nosotros; pero si hace 15 años nos hubiesen dicho que Microsoft iba a cerrar Messenger posiblemente nos habríamos quedado igual si hoy nos dicen que van a cerrar Whatsapp (no pasa nada, existe Telegram).



Messenger era un punto de encuentro con los amigos y familiares muy colorido. Te podían molestar con los zumbidos, llamadas de voz, texto de colores, emoticonos (que parece que los haya inventado Whatsapp o Apple) y un montón de tonterías que nos hacían la comunicación más entretenida. Mención especial a un add-on casi obligatorio como era Messenger plus, que entre otras cosas te guardaba un registro de todas tus conversación en ficheros de texto.

Y hasta aquí este pequeño recordatorio, próximamente una segunda parte con algunas aplicaciones más que he dejado guardado en el tintero. Y recordad mirar hacia atrás, el mono de 3 cabezas os está observando.

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