domingo, 24 de noviembre de 2024

Adoctrinados

En los últimos años, me he visto empujado, cada vez más, a reducir mi uso de las redes sociales. Por algún motivo, se han convertido en herramientas que dividen a la población de una forma muy radical, desalentando el debate y alimentando el odio y el discurso barato.

Se puede escapar; pero el algoritmo de las redes sociales tratará de empujarte hacia 2 tipos de contenido, según la naturaleza de la propia red social:

- 1º Contenido para adormecer tu cerebro.

- 2º Contenido para incitar al odio y la polarización.

En el primer caso, tenemos redes sociales como TikTok o Instagram. Aunque nunca he usado la primera, sí tengo cuenta en la segunda, y a pesar de que he intentado recuperar su uso original (publicar alguna foto de vez en cuando); he comprobado que no merece la pena. En esta redes sociales es fácil encontrar gente tratando de llamar la atención a cualquier precio: mujeres que para mostrar cómo hacen deporte te ponen la cámara con las nalgas en primer plano, hombres con abdominales dando consejos mil veces repetidos sobre nutrición, paisajes que hacen que tu pueblo palidezca, memes, bromas de mal gusto, felicidad alrededor de cosas, contenido generado con IA, contenido fake, la vida de gente que ni conoces ni te importa... En resumen, un auténtico agujero negro devorador de horas para aquellos que no sean capaces de darse cuenta, que el contenido que están consumiendo, no es tan blanco como parece.

Es fácil verse atrapado varias horas en este tipo de redes. 

En el segundo caso, aunque el objetivo es el mismo (permanecer el mayor tiempo posible conectado), las formas y las razones me parecen aún más mezquinas.

Es fácil encontrar este tipo de contenido en redes como Twitter, Mastodon, Bluesky, Forocoches o Menéame. Algunas de estas redes ofrecen más posibilidades que otras de esquivar este tipo de contenido cargado de veneno; pero si te dejas llevar, acabas nadando en aguas turbulentas.

El ejemplo más claro es Twitter. Y no lo digo porque ahora sea de Elon Musk. Twitter ya era así antes, sólo que ahora se invierte la ideología de la dirección. El problema de Twitter y demás redes sociales de este tipo, somos en primer lugar, los propios usuarios. Que alimentamos perfiles que buscan visibilidad a costa de crear polémicas. Su única motivación es agitar el avispero y salir corriendo. Por ejemplo Pablo Echenique o Wall Street Wolverine. Quien esté alineado con los pensamientos de cada uno de estos dos personajes, defenderá a capa y espada el contenido que generan; sin pararse a pensar de que no todo es blanco o negro.

Lo peor es ver como gente conocida, familiares o amigos, pasan a ser un súbdito más de estas corrientes de odio y nula capacidad de autocrítica. Viéndome empujado a dejar de seguir a mucha gente a la que seguía, hasta acabar con mi perfil, prácticamente desierto.

Un ejemplo que me ha decepcionado mucho es el famoso y conocido creador de Monkey Island: Ron Gilbert. Lo de esta persona parece más bien un un odio incondicional a Elon Musk. Llegando a soltar perlas como "si conduces Tesla o usas Twitter, no eres mi amigo".

Ejemplo de cómo no se deberían de defender tus ideales

Por supuesto, cada uno es libro de defender sus ideales; pero siempre debemos de hacer el esfuerzo de entender por qué hay otras personas que piensan diferente, qué motivaciones pueden tener y no caer en el desprecio fácil. Por mucho que creamos que tenemos la verdad absoluta y la razón de nuestra parte, insultar y despreciar no dice nada bueno de nosotros mismos.

Ni falta decir que mi admiración por la obra de Ron Gilbert sigue intacta; pero la cuenta que me creé en Mastodon sólo por seguir su trabajo en el mundo de los videojuegos, ha sido eliminada. No quiero, ni me importa, las ideas políticas de nadie y sólo expresaré mis ideas antes familiares o amigos que sean capaces de razonar y defender su postura, desde el respeto.

Por último, quiero hacer hincapié, en que se pueden llegar a hacer usos positivos de estos sitios. Solamente hay que tomar las medidas oportunas, cortando tu relación con el algoritmo, siguiendo a gente que realmente te aporte valor (ya sea a nivel personal, profesional o simplemente por compartir aficiones) y limitando el tiempo que pasas en estos sitios. 

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